Claves para decorar una cocina de estilo industrial

El estilo industrial nació en la década de los 50 en Estados Unidos, siendo propio de los antiguos talleres y fábricas que los jóvenes artistas y bohemios convirtieron en lo que hoy conocemos como “viviendas tipo loft”.

Estos lugares destacaban por contar con unas estructuras y materiales de construcción vistos sin acabados, dando lugar a una estética moderna y urbana que resulta muy fácil de combinar con otros estilos siempre que se mantenga la armonía y el equilibrio. Un estilo que también puede aplicarse a las cocinas, donde se combina con elementos nórdicos, vintage y rústicos.

Si te gustan las líneas simples y actuales, y la decoración desenfadada y auténtica, este es tu estilo. ¿Quieres conocer los secretos de las cocinas de estilo industrial?

Materiales

  • Madera de aspecto desgastado: la madera es un material que no puede faltar en las cocinas de estilo industrial, sobre todo cuando presentan una apariencia desgastada o reciclada. Por lo general, se aplica en los muebles, techos, suelos, mesas y encimeras.
  • Metal: este material aporta una apariencia netamente industrial a la cocina, especialmente el acero inoxidable. Las vigas, las lámparas y las instalaciones de agua pueden ser metálicas o quedar recubiertas con este material. Pero además, los taburetes y sillas de la mesa o barra de la cocina pueden ir en metal.
  • Ladrillo visto: el ladrillo visto es un material perfecto tanto para las paredes como la personalizar las paredes, sobre todo cuando se trata de ladrillo desgastado. Para darle un toque más auténtico, pueden añadirse utensilios de cocina sobre la pared.
  • Microcemento y hormigón: estos materiales también son protagonistas en el estilo industrial. Ideal para las paredes, ya que permite resaltar los colores de los muebles que vayamos a poner.  Además, no pasan de moda y siempre aportan un toque de modernidad a nivel estético. A lo que hay que añadir su resistencia e impermeabilidad a las manchas.

Colores

Los colores neutros como el blanco envejecido, el gris y las tonalidades crudas son ideales para este tipo de espacios. Pero también se puede usar el negro, un color muy elegante que potencia cualquier elemento. Ideal para decorar las paredes o incluir elementos decorativos como pizarras para escribir. Uno de los puntos fuertes de este color es la amplia variedad de opciones que ofrece, pudiendo combinarse tanto con elementos blancos como estampados o coloridos.

Para contrarrestar y equilibrar el espacio, podemos añadir maderas claras. Aunque también combina muy bien con el gris, por su naturaleza sobria y porque realza la claridad del ambiente a través de los toques metalizados. Muy habitual para encimeras y  frentes de armarios. Y si queremos arriesgar, podemos poner colores vivos en el mobiliario, como en las sillas o taburetes.

Elementos estructurales siempre a la vista

Ese aspecto de fábrica o garaje que se veía en los lofts de Nueva York a mediados del siglo XX también puede llevarse a la cocina, dejando a la vista el cableado, las vigas y las regletas de las instalaciones del techo.

Combinación de lo rústico con lo industrial

Para dar calidez a la cocina, nada mejor que decantarse por la madera. Podemos mezclar los elementos metálicos como una columna, los electrodomésticos o los kitchen racks típicos americanos típicos para colgar las cazuelas con una enorme mesa de madera rústica, rodeada de sillas de madera.

Ventanas sin cortinas

Los grandes ventanales no pueden faltar en una cocina de estilo industrial. Siempre con estructura de metal en color negro y sin cortinas para dejar a la vista la elegante cuadrícula.

Plantas o detalle vegetales

Algunas cocinas de estilo industrial pueden llegar a resultar frías. Para contrarrestarlo, podemos dar incluir algunas plantas y detalles vegetales que añadan un toque de frescura.

Por ejemplo, podemos colocar una hiedra que deje secar sus hojas parcialmente sobre los armarios superiores o rellenar con una palmera o un cactus ese rincón en el que no sabemos qué poner.

Pero también  podemos colocar plantas que no sólo sirvan para decorar, sino también para aderezar nuestros platos. En este sentido, los mini invernaderos de hierbas aromáticas son perfectos. Darán una apariencia alternativa y moderna a la estancia y, al mismo tiempo, serán útiles para cocinar.

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